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@akuhamuerto

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8 años… 8 años que parecen menos, pero que se sienten más. Se sienten más porque claro, cuanto menos viviste, más corta se te hace la diferencia.
Si bien con mis 11 años la asunción de Néstor no fue algo que me interesara ni comprendiera nunca, nunca me voy a olvidar de algo que, hasta en ese momento de abstracción absoluta me llamó la atención como pocas cosas.
Recuerdo que en casa estaban mis dos viejos con la tele prendida, contentos, celebrando que el riojano se había bajado. Néstor Kirchner había ganado la elección presidencial. Y ahora sí, lo que tanto me marcó fue (y seguramente no fui el único, pero no le quita lo especial.) verlo al tipo ese, flaco, alto y para colmo bizco, metido entre la gente saludando, saludando a todo el mundo, feliz, con la frente sangrando porque se golpeó con una cámara. Todo felicidad, lo demás no importaba.
Ese es mi primer recuerdo de Néstor.
En fin, el tiempo pasaba y todo cambiaba, el humor, las caras, el panorama. Mi viejo conseguía un mejor laburo, todavía de mierda, pero mejor que el anterior. Cobraba un sueldo adecuado y mi vieja pudo dejar de tener que dar clases del otro lado de la capital para bancarnos. Se pagaron las moras, las deudas… Aparecieron las vacaciones. Vacaciones, gente, me fui de vacaciones! Y no solo una vez, ni dos, tres años. Tres años seguidos a la costa Argentina y ahí fue donde reaccioné. Cada vez más gente en la costa, más edificios, más negocios, algo pasaba, algo pasa.
Y así fue como un punki de apenas un puñado de años se vió, de un día para otro, bancando a un político, una idea, un sueño. Sueño del que me hice, hago y haré cargo, desde hace ya unos cuantos años, no serán 8, rondarán los 6, de hecho, son pocos pero son todos los que mi edad me permitió interesarme por la política.
Gracias Néstor por sumar para que yo sea quien soy hoy.
Aku.

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